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La reforma laboral y otras medidas anticrisis inútiles


El actual gobierno del Partido Popular estaba convencido antes de ganar las elecciones de que ellos sí sabrían arreglar lo que el PSOE había estropeado.

Para ello nos quiso convencer de que bajando los impuestos, manteniendo el gasto social y recortando de otras partes (nunca dijo de dónde) se mejoraría la confianza y se generaría empleo. Más o menos así lo entendí yo y creo que más o menos así nos lo vendieron.

Ahora resulta que si que ha subido los impuestos. Ahora resulta que, seguramente, subirá el IVA. Ahora resulta que sí se recortan gastos sociales. Ahora resulta que no se está mejorando la confianza, no mucho por el momento.

Ahora resulta que todo lo confía a la reducción del déficit y a la reforma laboral inminente.

¿Servirá de algo? No.  Es tiempo perdido y lo peor es que el mismo Rajoy lo sabe.

Es evidente que la reforma laboral no va a conseguir que se contrate más y mejor. Lo único que va a conseguir es que se más fácil despedir, no que sea más interesante contratar.

En este país el problema del paro siempre se ha planteado al revés, es decir, desde intentar evitar el paro en sí mismo, como si de una cosa evitable se tratara, como si de un dolor de cabeza que te puedes quitar con una aspirina se tratara. En este país el problema del paro nunca se ha planteado en sus justos términos, es decir, de cómo hacer más atractiva la contratación, más sencilla, más fácil y ágil.

Y lo que en este momento no se ve claro, claro como el agua cristalina, es que la primera condición que debe haber en cualquier economía para que se contrate personal es algo tan simple como el consumo. Sí, el consumo privado, algo que en este país ha caído a cotas insospechadas. Con un consumo tan bajo es imposible que nadie tenga interés (léase necesidad) por contratar personal. ¿Cambiará algo una nueva ley con un despido más barato? evidentemente no.

Un simple y sencillo ejemplo. Un fabricante de camisetas que ha visto bajar su producción a la mitad ¿qué necesita para contratar más personal? sólo una cosa: vender más camisetas. De ese modo contratará más personal. A su vez necesitará más transportistas para llevar su mercancía. El transportista comprará camiones nuevos. El concesionario de la flota podrá contratar nuevos vendedores de camiones. Todos estos nuevos empleados comprarán más camisetas y el empresario contratara más personal. DE sencillo que es parece un chiste, pero no lo es: es tan sencillo como lo cuento y al mismo tiempo es complicado llevarlo a la práctica.

Pero ¿qué hace el gobierno? Todo lo contrario. Sube los impuestos a una ciudadanía que no tiene casi ni para comer o pagar las hipotecas. Llueve sobre mojado por la subida del IVA del anterior gobierno. Es decir que son medidas que reducen la capacidad de compra de los ciudadanos, disminuye el consumo privado y se contrae la economía que produce más paro y más recesión. Es como si estás sin comer un mes y para arreglar tu anemia te pones a dieta. (ver este vídeo en el que Carles Torrecilla lo explica)

La solución es evidente que se quedará en papel mojado. Nadie contrata a nadie para estar ocioso.

La única solución pasa por reactivar el consumo privado y sólo hay dos maneras de hacerlo: por las buenas y por las malas.

Me explico: hay dos tipos de personas a) las que no consumen porque no pueden, porque no tienen de dónde sacar el dinero porque todo se lo gastan en la hipoteca; y 2) los que podrían hacerlo pero prefieren ahorrar o simplemente piensan que la crisis no va con ellos, que no les afecta en su palacio de cristal (me refiero a las muy altas rentas, claro)

El primer tipo de personas son víctimas de un sistema financiero que ha abusado y que para colmo se le está ayudando a tapar los agujeros que ha creado. Se esta haciendo al revés.  Se debería ayudar a las víctimas (de modo individual) a pagar esas deudas contraídas en abuso de poder de los bancos.

Estas personas, una vez liberadas de sus cargas injustas ¿qué harán? simplemente seguir con sus vidas, comprar productos de primera necesidad y vivir. Ahora lo que hacen es pagar al banco y mal vivir. Lo poco que tienen se lo lleva el banco, pero los bancos no lo ponen en circulación sino que lo retiran para cumplir con sus compromisos de coeficiente. Es decir, cuando más pagamos las deudas a los bancos menos dinero en circulación hay y menos se consume y más se agrava la crisis, es de locos.

Para colmo el dinero que entrega el BCE a nuestros bancos no circula porque nadie se fía de nadie y los bancos no se prestan dinero entre ellos, de modo que ese dinero tampoco circula (ver este artículo de EL País)

Simplemente si se perdonaran las hipotecas a las personas sin recursos aumentaría el consumo. Total esas hipotecas son de imposible cobro, no las van a cobrar de todos modos porque son deudas contraídas por personas que no las pueden pagar de ninguna de las maneras.

Luego están las personas que pueden consumir porque disponen de dinero pero que no lo hacen por el motivo que sea, normalmente desconfianza, desinterés o egoísmo puro y duro. Estas personas suelen ahorrar lo que no gastan con la idea de tenerlo disponible en un futuro si las cosas empeoran. Lo que no saben es que su actitud es la que está empeorando las cosas.

¿Qué se puede hacer en estos casos? Es simple: aumentar los impuestos del ahorro para que sea más interesante gastar que ahorrar. Si me compensa comprar un coche más que tener el dinero ahorrado en el banco, si me compensa más cambiarme todos los muebles que ahorrarse el dinero, si gastar me sale más a cuenta que ahorrar, es evidente que consumirá con más rapidez.

Este gobierno no ha dicho nada de momento pero bien que se enfadó porque el anterior gobierno tomó medidas que  penalizaban el ahorro de modo que no parece muy dispuesto a favorecer el consumo por la fuerza.

En resumen,  el gobierno anterior lo hacía mal, este gobierno navega y no sabe por donde va o si lo sabe no nos lo quiere contar. Dentro de un año habrá mucho más paro y más recesión y no habrá más remedio que tomar medidas en sentido contrario, medidas de reactivación de la economía, pero será tarde y habremos perdido otro año más.

Espero equivocarme pero parece ser que todos los expertos en economía (menos los del gobierno) dicen más o menos lo mismo, el quid de la crisis está en el consumo y no en la deuda.

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  1. Jesús González
    18 enero, 2012 a las 6:53 am

    ¡Amen!
    Y digo yo… si todos lo tenemos tan claro ¿por qué los políticos, no? No voy a entrar en que el gobierno del PSOE no supo meter en cintura (ni en tiempo ni en forma) a la crisis, ni que el actual gobierno del PP ha mentido a todos (empezando por sus acólitos) con las medidas anticrisis, no. Pero si el clamor general en artículos, tertulias, informes y hasta películas de cine, dirige su mirada hacia las sugerencias que expones en este estupendo artículo ¿es que no saben leer? ¿no saben escuchar? Eso debe ser. Ya escucharon bastante durante los 15 días de la campaña. Ahora toca que les escuchemos a ellos cómo contradicen lo que prometieron. Es la palabra de los políticos.

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    • 18 enero, 2012 a las 8:57 am

      Supongo que no escuchan por la misma razón de siempre: prefieren morir con las botas puestas (defendiendo sus rancios ideales neo liberales) que dar la razón a los economistas sospechosos de ser «menos de derechas» que ellos.

      En el fondo lo que pasa es que les falta talla. Son politiquillos de tres al cuarto y no verdaderos ESTADISTAS.

      A un estadista se le reconoce porque hace lo que debe cuando debe y como debe pese a quien le pese y en contra de sus propios ideales.
      ¿Pero no es esto lo que hace Rajoy? ¿A caso él no pedía bajada de impuestos?
      No, es un simple espejismo. Lo que él pedía es la bajada de impuestos a la clase alta y media alta (ellos) y a los grandes empresarios (ellos otra vez). Si los impuestos recaen en la gente trabajadora le da lo mismo, no son sus votantes naturales y después de todo es un partido conservador que defiende, primero que nada, el Status Quo de la clase dominante económica, financiera y religiosa.

      Ir en contra de sus principios para salvar el país supondría duplicar los impuestos a las grandes fortunas, por ejemplo, y eso está claro que no lo va a hacer aunque se unda el mundo.

      Además, hay otra razón más malévola en todo esto: cuanto más se deteriora el país más poder tienen los poderosos (ellos) puesto que no les afecta la crisis y más barato les sale comprar y atesorar bienes de los que se van arruinando.

      En la primera mitad del siglo XX surgieron los fascismos militares. Ahora en la primera mitad del siglo XXI estamos ante el peligro de un nuevo fascismo más sutil, el fascismo económico y financiero. No mata pero te domina y te axfisxia igualmente. Ya no eres un preso político, eres un nuevo esclavo, el esclavo financiero del siglo XXI indefenso ante la nueva oligarquía económica.

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  2. María Rubio
    20 enero, 2012 a las 5:45 pm

    Hola, Vicente. No puedo por menos que darte la razón. Se supone que en los gobiernos hay economistas, expertos y asesores que pagamos nosotros. Esta solución la tienen que haber visto ellos con claridad. Entonces ¿qué intereses habrá detrás para que no se ponga en práctica?

    Como siempre, un placer leerte.

    María (@mariarubiom)

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    • 20 enero, 2012 a las 6:35 pm

      Lo ignoro María, que más quisiera yo que saber eso. Pero da toda la impresión de que se está escondiendo algo a los ciudadanos.

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  3. Javier
    11 febrero, 2012 a las 4:48 am

    Totalmente de acuerdo contigo en que, cuando la gente vuelva a consumir, la economía volverá a rular.

    Pero sí que quiero aportar algo en relación a tu pregunta de si cambiará algo una nueva ley con un despido más barato. Yo creo que algo sí que cambiará. Ayudará a las empresas a mantenerse a flote.

    Poniendo tu mismo ejemplo: el fabricante de camisetas que ha visto bajar su producción (y supongo que sus ventas) a la mitad, lo primero que necesita es SOBREVIVIR. Si la empresa no sobrevive, si la crisis la obliga a cerrar, mal podrá crear un solo puesto de trabajo en el futuro.

    Es fácil darse cuenta que si alguien baja sus ventas a la mitad lo va a pasar muy, muy mal para llegar a fin de mes. Igual que si alguien ve reducido su salario a la mitad. Y además las empresas no tienen subsidio de paro. Pues bien, lo que debe hacer la empresa para mantenerse a flote, para que no la tiren abajo las deudas, es REDUCIR GASTOS drásticamente.

    El gasto de personal es normalmente uno de los más elevados en las empresas, especialmente las pequeñas. Así pues, lo que más puede ayudar a una empresa en tiempos de crisis es despedir a algunos de sus trabajadores, para reducir gastos.

    Si lo pensamos un poco, no es tan raro. Cuando las cosas van bien, las empresas contratan personal para producir más. Si las cosas vienen mal dadas, la empresa debería poder despedir personal (puesto que produce menos) para no hundirse.

    Eso le permite seguir en funcionamiento, y por tanto seguir dando trabajo a algunos empleados (si cierra van todos a la calle).

    Esa es la lógica detrás de las demandas de los empresarios de que el despido sea más barato.

    Un saludo,
    Javier

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    • 13 febrero, 2012 a las 9:17 am

      Primero que nada gracias por participar y compartir tu punto de vista, sin vosotros este blog no tendría sentido.

      Comprendo lo que dices, pero no lo comparto. Mejor que yo lo explica otra persona con más conocimientos que yo y con más datos en este post: La reforma laboral que surgió del Lobby.

      Si lo lees detenidamente verás que la reforma laboral no va a afectar psotivamente al mercado laboral, tan sólo sirve a los propósitos de los grandes empresarios que son una minoría muy minoritaria y que suponen un porcentaje ínfimo del mercado laboral español.

      Saludos

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